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                 Aunque no está demostrado científicamente que la vida de la
                mujer y del feto corran peligro a la hora de practicar
                actividades sub- acuáticas, la precaución es importante. 
                 
                Una mujer embarazada puede realizarlas, pero siempre teniendo en
                cuenta los diferentes comportamientos de su organismo: náuseas,
                mareos... 
                "En el caso de bucear siempre debe hacerse a poca
                profundidad y en aguas tropicales", indica Carlos Durán
                Neira, instructor de la escuela del club O Galeón, en Galicia . 
                 
                En la actualidad las recomendaciones unánimes de los expertos y
                la comunidad científica para las embarazadas parten de la idea
                de que las actividades acuáticas de superficie y pequeñas
                inmersiones en apnea no suponen un riesgo especial por su
                estado. 
                 
                Sin embargo, subrayan el hecho de que no deben realizarse
                aquellas actividades subacuáticas que supongan periodos
                prolongados de apnea, ni inmersiones con suministro de gases
                respiratorios. 
                 
                Las recomendaciones tras un parto normal apuntan que la madre
                debe esperar entre tres o cuatro semanas para volver a bucear,
                con el fin de evitar posibles infecciones vaginales por contacto
                con el agua antes de que hayan cicatrizado completamente las
                heridas originadas por el alumbramiento. 
                 
                Asimismo, durante este periodo podrá recuperar paulatinamente
                el estado físico previo al embarazo. 
                 
                Tiempo de reposo 
                Juan Batle, médico diplomado en Medicina Subacuática e Hiperbárica
                e instructor de
                buceo profesional, opina que "se pueden realizar estas
                actividades sin necesidad de esperar un tiempo. Pero se deben
                tener en cuenta algunas diferencias, como que la acumulación de
                grasa y la lactancia hacen que la descompresión sea más
                larga". 
                 
                Si el parto requiere cesárea, deberá valorarse muy bien el
                estado de cicatrización de las heridas. "Normalmente
                conviene esperar unas ocho semanas antes de reiniciar esta
                actividad", puntualiza Batle. 
                 
                Además de los aspectos propios del alumbramiento,
                conviene valorar antes de sumergirse la pérdida de condición física
                producida por el embarazo y posterior parto y no precipitar la
                práctica antes de haber recuperado totalmente el estado físico
                previo. 
                
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