Martes, 14 de Diciembre de 1999
DEPORTE
Presión submarina y oxígeno para recuperar a Stankovic

El serbio estrena la cámara hiperbárica y dice que «si Frank de Boer me da un poco más arriba, adiós al fútbol»

CARLOS MONTES DE OCA

 

PALMA.— Una presión equivalente a veinte metros de profundidad en el agua respirando oxígeno puro a través de una mascarilla especial durante hora y media. No es ninguna prueba para prevenir el efecto 2000. Tampoco el último invento de la NASA en busca de algún ruido procedente de un planeta lejano, aunque la cápsula lo parezca. Es la Cámara Hiperbárica, lo último en rehabilitación, que por primera vez un deportista profesional de elite ha estrenado en España. Tal honor le ha correspondido a Jovan Stankovic.

Son las cinco de la tarde en el sótano de la Clínica Juaneda. Allí, ataviado con la correspondiente bata blanca, le espera el doctor Joan M. Batle Vidal y una cámara con aspecto de submarino. El centrocampista yugoslavo del Real Mallorca se ha perdido ya tres partidos por culpa de un golpe en el tobillo que le propinó el azulgrana Frank de Boer. El yugoslavo reconoce que ha tenido suerte porque si le hubiera dado un par de centímetros más arriba —señala con el dedo— «habría puesto en peligro incluso mi carrera deportiva con un rotura de peroné similar a la de Juninho».

Los frustrados intentos de recuperación por la vía ordinaria llevaron al doctor Joan Roig y a Stankovic a probar esta innovación en el mundo del fútbol: «En la NBA y el fútbol americano, con la dureza del calendario, bastantes clubes, entre ellos los Chicago Bulls, tiene en sus instalaciones una cámara hiperbárica para el tratamiento de lesiones óseas y tendinosas con el fin de recuperarse con más rapidez», señala el doctor Batle.

El jugador, que ayer por la tarde realizó su segunda sesión, se muestra expectante: «El primer día lo pasé bastante mal porque de pronto tengo frío y después calor. Los oídos se entaponan cada cierto tiempo al igual que sucede en los aviones y se pasa un poco mal».

Llega la hora del viaje submarino. Stankovic se introduce en la cápsula junto a otra paciente y un doctor, se cierran las compuertas y... aire. En el lado izquierdo un panel de control vigila todos los movimientos del jugador. Una mini cámara traslada al monitor todo lo que sucede en el interior por si hubiera algún problema. Una docena de aparatos controlan la intensidad del aire, la temperatura —en el interior hay 21.4 grados— ante cualquier anomalía que se pudiera producir. Stankovic, con la cámara de oxígeno, se entretiene leyendo la prensa, aunque de vez en cuando se tapa con una manta.

Las cámaras hiperbáricas han sido utilizadas tradicionalmente para el tratamiento de accidentes de Buceo, aunque cada vez se usan con mayor frecuencia en el tratamiento de enfermedades e intoxicaciones en las que haya una dificultad del paso de oxígeno o de circulación de la sangre. En el caso de Stankovic «el oxígeno tiene un efecto anti edema y anti infeccioso, parecido al del agua oxigenada. Lleva ya quince días con la lesión y de esta forma, con el oxígeno, el tejido que está inflamado se va a recuperar con más garantías y algo más rápido».

Medisub y el Mallorca están a punto de alcanzar un acuerdo para utilizar periódicamente la cámara hiperbárica con el fin de acortar bastante más el tiempo de convalecencia de los jugadores. Ya no habrá excusas para no jugar.

Stankovic sale algo tocado por el aire y con frío: «Espero que con esta terapia me pueda recuperar pronto». Cae la noche y se retira a su domicilio. Hoy volverá a la terapia submarina.

 

 


Última modificación: 13 de febrero de 2004