Sábado, 17 de enero de 2004 Actualizado a las 02:18
 
La cámara hiperbárica salva la vida a una familia intoxicada con butano

L. M.

PALMA.- El tratamiento con una cámara hiperbárica resultó providencial para devolver a una familia a la vida. Un calentador de agua en mal estado fue el desencadenante de una intoxicación masiva por inhalación de monóxido de carbono. Del calentador emanaba butano, al producirse una combustión incompleta del gas. Una familia completa, compuesta por tres adultos y dos niñas de seis y cinco años, quedaron al borde de la muerte.

El accidente doméstico se produjo la pasada noche del jueves. La madre de las niñas se percató de que algo iba a mal al ver al gato en mal estado. El animal estuvo vomitando antes de caer adormilado. A continuación, oyó a sus hijas con los mismos síntomas: gritando y vomitando. Su marido tendido en el suelo, inconsciente, fue lo último que vio antes de perder ella misma la consciencia.

Al cabo de varias horas, un familiar irrumpió en el domicilio y se topó con un panorama desolador. Todos los integrantes de la familia se encontraban inconscientes. Tras alertar a los vecinos del inmueble reanimaron levemente a los intoxicados antes de conducirlos a un centro sanitario. Toda la familia presentaba los síntomas de lo que viene a denominarse como muerte dulce.

Las víctimas de la intoxicación por inhalación de monóxido de carbono fueron trasladadas hasta las urgencias de Son Dureta. Dado el estado crítico que presentaban los pacientes, los facultativos se percataron de que tenían que activar el plan especial para este tipo de intoxicaciones. Fueron desviados hasta la Cámara Hiperbárica de la Clínica Juaneda.

Allí siguieron un tratamiento específico para este tipo de intoxicaciones. Toda la familia fue sometida a un inyección de oxígeno a una presión equivalente a 20 metros de profundidad equivalente de agua. Después de respirar oxígeno puro en estas condiciones durante tres horas la familia había recuperado la consciencia. El oxígeno respirado a tres atmósferas elimina rápidamente el gas tóxico de la sangre y se consigue en pocos minutos una recuperación que una demora haría irreparable.


Última modificación: 23 de enero de 2004